Lo más raro es el silencio. Falta el relato. Nadie enumera cada una de las acciones que sesuceden durante el desayuno. Lucas sabe y no sabe. Mira cómo su papá busca el modo de iniciarse. Están solos, y en los próximos treinta y siete días puede suceder que comprendan lo que el silencio vino a contarles.