Contra lo que se piensa habitualmente, la tercerización no es una creación del último cuarto del siglo XX sino que formó parte del capitalismo desde sus orígenes. Con flujos y reflujos, en las últimas décadas se ha expandido en todo el mundo, con su secuela de mayor precarización, desigualdad y desprotección para los trabajadores; una consecuencia de la crisis capitalista internacional. Como este libro demuestra, para esta expansión el papel de las instituciones del Estado no es menor, como tampoco lo es el de la burocracia sindical. En la Argentina, una de las consecuencias más trágicas de la tercerización fue el asesinato de Mariano Ferreyra, que impactó en millones de hombres y mujeres identificados con las víctimas de lo ocurrido en Barracas el 20 de octubre del 2010. No sólo por la muerte de un joven o por su valentía para enfrentar con serenidad a una patota armada y decidida a matar, sino porque, por estas razones y otras más determinantes, Mariano encarnaba una tendencia popular muy profunda que ya existía y que su muerte detonó. Una tendencia que se interroga sobre el origen y la naturaleza de la tercerización (la precarización laboral que el empresariado ha llamado a defender como una cuestión estratégica), sobre el origen y la naturaleza de la patota que regentea los sindicatos con la complicidad del Estado, que combate a delegados y militantes que intentan la recuperación de las organizaciones obreras en manos de dictadores vitalicios, y sobre el origen y la naturaleza de una "democracia" criatura de un régimen incapaz de saldar las deudas sociales acumuladas.
Editorial: Biblos