¡Regresaron! Cabeza de dinosaurio, así llama David Pike a su hermanito Richie. Este niño come, duerme, vive y respira dinosaurios. Si hasta posee un terrario lleno de figuras de dinosaurios de plástico, que él trata como si fueran de verdad. Los alimenta, les habla y ¡dice que están creciendo! Cuando Richie anuncia que su Tyrannosaurus rex se ha escapado, David llega a la conclusión de que su pequeño hermano ha sobrepasado los límites. No puede ser cierto que los dinosaurios hayan regresado y están sueltos por ahí... ¿O sí?
Editorial: Albatros
Páginas: 128