La mayoría de héroes que conocemos son seres extraordinarios con poderes mágicos y una capa ondeando en sus hombros. Pero también existen héroes de carne y hueso, tan humanos como tú y como yo, que algunas veces se equivocan y otras aciertan a lo grande.
Ana Frank era una niña cuando estalló la Segunda Guerra Mundial. Tuvo que vivir en un escondite durante más de dos años, dejando de hacer todo lo que hacía una niña de su edad. Su forma de sobreponerse a todo aquel horror fue escribir en un pequeño diario de color rojo. Además de detallar su día a día, en él abocaba una infatigable esperanza de que acabara la guerra y llegara la paz.
Editorial: Shackleton Kids
Páginas: 32