Decidí escribir esta biografía con el fin de derrumbar mis propios prejuicios y darle letras a una historia silenciada, a fuerza de puños y oculta con mantos hechos de ojos que miran para otros lados.
Intenté pelarme como una cebolla fresca.
No fue fácil sacar de a uno todos los pellejos construidos desde la infancia, padres, colegio, iglesia, sociedad. Cuando más entraba en su historia, más ácidos y ardores ajenos encontraba. Brotaban lágrimas de culpa en cada párrafo. Descubrí que nada era mío.
Todos los mandatos impuestos fueron cayendo, hasta llegar al corazón de mi ser y sentir el dulzor de mi propia comprensión.
Desde que empecé a conocer a Andrea, su vida, sus sueños, su lucha; no dejé de cavar en mi interior, saqué paladas de creencias de mentes ajenas a mí.
Hoy con mi pala limpia puedo cavar una fosa profunda para enterrar a mi pobre, cruel e ignorante prejuicio.
Quizás algunos al leer esta real historia comiencen a quitar las capas de su propia cebolla y a sepultar sus prejuicios muy cerquita de los míos.
Editorial: Mascarón de Proa
Páginas: 74