Vivimos una vida que vale la pena cuando las elecciones, los riesgos y el esfuerzo que hacemos en cada momento se alinean con un propósito global en nuestras vidas, independientemente del resultado final.
La última parte de la definición es la traicionera. Estamos demasiado constreñidos por los resultados ya que nos han inculcado que eso es lo único que importa en nuestra sociedad moderna.
Ahora Marshall Goldsmith, uno de los coachs de ejecutivos más reconocidos del mundo, nos ofrece una forma de compatibilizar esa persistente necesidad de tener logros con las inevitable injusticias que suceden en este mundo.
Lo que se requiere es un compromiso con ganarse la vida dignamente conectando nuestra actividades con un propósito más general, de forma tal que nos brinde plenitud y no quede lugar a los arrepentimientos, más allá de cuál sea el resultado concreto que se consiga.
Editorial: Indicios
Páginas: 288