Todo empieza con una carta y un siniestro viaje a través de las aguas oscuras. Diez años después de ser enviado al continente para convertirse en bardo, Jack Tamerlaine es convocado de vuelta a su hogar, Cadence. Pero su regreso no es alegre: están desapareciendo niñas de la isla, y Adaira, la futura líder del clan, cree que Jack es el único que puede encontrarlas.
En Cadence hay profundos encantamientos: el viento transmite cotilleos, los tartanes pueden ser tan fuertes como una armadura y el corte más pequeño de un cuchillo puede infundir un miedo insondable. Los espíritus elementales que habitan en cada soplo de aire, salpicadura de agua, brizna de hierba y destello de fuego encuentran la alegría en las vidas de los humanos. Sin embargo, secuestrar a niñas Tamerlaine es ir demasiado lejos y solo la música de un bardo puede convocar a los espíritus para que expliquen dónde están las muchachas.
Anteriormente enemigos de la infancia y ahora socios reticentes, Jack y Adaira deben dejar a un lado la rivalidad del pasado para persuadir a los espíritus de que devuelvan a las niñas. No obstante, mientras preparan las canciones, otra amenaza enemiga aparece en el horizonte: el clan de los Breccan del oeste, enemigos confesos de los Tamerlaine, abre las líneas de comunicación por primera vez en varios siglos. La coincidencia es sospechosa, pero los Breccan, que siempre han estado más en sintonía con los espíritus, pueden tener otra clave que ayude a Jack y a Adaira.
Sin embargo, a medida que se acercan a descubrir dónde están las niñas y por qué se las llevaron, se hace evidente que el problema con los espíritus es mucho más siniestro de lo que esperaban. Un secreto más antiguo y oscuro acerca de Cadence acecha bajo la superficie, amenazando con destruirlos a todos y ninguna canción de arpa puede ser lo bastante fuerte para impedirlo.
Editorial: Umbriel
Páginas: 448