La ciudad de Córdoba fue y sigue siendo docta, de las campanas, reaccionaria y revolucionaria, cuartetera, con un pésimo sistema de transporte público y repleta de baches pero también, como nos descubre Juliana Rodríguez, nuestra ciudad es pintoresca y extravagante, desmesurada y obsesivamente aficionada, es decir: friki.
A partir de un recorrido personal, por fuera de los corredores culturales bendecidos por los burócratas de turno, la autora nos lleva a pasear entre patinadores, caballeros medievales, habitantes del planeta Kôrdhova, chicas rudas que practican roller derby y otras más femme que se juntan a tomar el té como en una escena gótica victoriana, gente que festeja el cumpleaños número 75 de Batman, encarnaciones de personajes de animé, zombis hambrientos de cerebros, ciudadanos digitales de una Ñoñópolis perdida.
Escritas con belleza y felicidad, sin la preocupación moralizante del informe televisivo que espectaculariza las tribus urbanas o la vocación científica, y un tanto apelmazada, de los antropólogos, las crónicas que nos brinda la autora construyen otra experiencia urbana. Existen otros modos de estar en la urbe. Otra relación en y con la ciudad es posible.
Con mucha mayor fuerza que un libro de auto-ayuda, Super Freak nos enseña que hay una vida vivible y que aún es posible jugar. Sólo se trata de dar vuelta el disco, el mismo disco rayado de la rutina de todos los días, y empezar a bailar con la música del lado B. ¿Quién se anima?.
Editorial: Caballo Negro
Páginas: 100