Don Franscisco Gómez de Quevedo y Villegas, hombre de intelecto luminoso y gran erudicción, de pasiones intensas y humor sardónico, fue uno de los genios de la literatura universal. Su obra revela la complejidad de sus muchas facetas. Escribió, con idéntica sinceridad, entusiasmo y grandeza, obras de elevado propósito moral y cantos a las pasiones, poemas devotos y pícaros, exhibiendo siempre su calidad de poeta inspirado. En sus poemas no ignora, en absoluto, lo crudamente físico. Paralelamente, una de las claves del “amor-pasión” que recorre su poesía es que lo divino invita a la mente y al amor, y que esta pasión ilumina el vivir del que ama. Ello, dejando de lado cierta actitud humorística acerca del amor que Quevedo supo adoptar en sus poemas satíricos.
Editorial: Longseller