En esta época en la que el conocimiento se simplifica y se difunde a través de etiquetas, de listas con «lo más» y «lo mejor», de titulares, memes y escasos caracteres, en esta época en la que se ensalza lo liviano y pasajero, leer a Unai Elorriaga es un regalo que he querido compartir con esta edición de Nosotros no ahorcamos a nadie. La escritura de Elorriaga posee muchas de las virtudes de las que carece buena parte de la literatura contemporánea: profundidad, singularidad, cuidado en cada palabra, en cada construcción sintáctica, un conocimiento literario vasto que, sin embargo, no se expresa con pedantería sino que se filtra a través de sus páginas, un sentido del humor original, en ocasiones irónico y cáustico pero nunca feroz. Elorriaga escribe fuera de las modas y de los tiempos trepidantes y al mismo tiempo toca asuntos que nos afectan directa y profundamente. O por lo menos deberían hacerlo.
Editorial: Galaxia Gutenberg
Páginas: 216