Tras Sucedió un verano, Tessa Bailey nos regala otra deliciosa y divertida comedia romántica sobre un mujeriego que se enamora sin pretenderlo de su mejor amiga mientras la ayuda a conquistar a otro hombre.
El rey de los pescadores de cangrejos Fox Thornton goza de una reputación de ligón sexy y despreocupado. Todo el mundo sabe que estar con él es garantía de pasar un buen rato ―en la cama y fuera de ella― y así es como lo prefiere. Hasta que conoce a Hannah Bellinger, que es inmune a sus encantos y a su físico, pero parece disfrutar de su... ¿personalidad? ¿Y quiere que sean amigos? Qué extraño. Sin embargo, le gusta demasiado como para arriesgarse a una aventura con ella, así que es mejor ser amigos y punto.
Ahora, Hannah se encuentra en la ciudad por trabajo y duerme en la habitación de invitados de Fox. Sabe que es un reconocido don juan, pero son, sin duda, solo amigos. De hecho, está enamorada sin remedio de un compañero de trabajo y Fox es precisamente la persona que la puede ayudar a dar brillo a su deslucida vida amorosa. Armada con unos cuantos consejos cortesía del Casanova oficial de Westport, Hannah se dispone a llamar la atención de su compañero… a pesar de que cuanto más tiempo pasa con Fox, más lo desea. Mientras la línea que separa la amistad del tonteo empieza a difuminarse, Hannah admite que le gusta todo de Fox, pero se niega a ser otra conquista más.
Vivir con su mejor amiga debería ser fácil, si no fuese porque se pasea por la casa envuelta en una toalla, duerme al otro lado del pasillo… y Fox fantasea con despertarse junto a ella durante el resto de su vida y... ¡hombre al agua! Ha caído de lleno en sus redes y ayudarla a ligar con otro hombre es una auténtica tortura. Pero si Fox logra enfrentarse a sus propios demonios y demostrarle a Hannah que está dispuesto a todo, ¿quizá lo escogería a él?
Editorial: Titania
Páginas: 320