Podés llamarme Ismael. Hace unos años emprendí una aventura en un buque ballenero, el Pequod. Recorrimos varios mares con el propósito de cazar ballenas. Sin embargo, pronto supimos que esa era solamente una excusa. Un capitán sombrío, una tripulación dispuesta a seguirlo a cualquier costo y un único objetivo: una ballena blanca mitad monstruo, mitad leyenda.
Editorial: Lea
Páginas: 64