Decir te amo o tengo miedo en otro idioma es más fácil porque las palabras al ser ajenas pesan menos. A veces hay que irse muy lejos para encontrarse o adoptar otra lengua para animarse a describirse.
Este libro se escribió entre Buenos Aires, Nueva York, Montevideo y Los Ángeles. Estas ciudades fueron a la vez la promesa de vidas posibles y la excusa para encontrar un idioma que explicara una forma de ser. Con sensibilidad y desapego, Carla Quevedo habla de la tristeza, la soledad, el amor y los perros, el desasosiego existencial disimulado en un feed de Instagram. Estos poemas son la búsqueda de un lenguaje íntimo en un mundo lleno de palabras y de la imagen justa en un mundo lleno de imágenes.
La autora dice que la actuación y el idioma le permitieron explorar ser otra. La diferencia es que en los personajes se esconde y en el idioma se encuentra.
Editorial: Plan B
Páginas: 112