Desde las narrativas construidas en los medios de comunicación hasta las fórmulas morales, pasando por los preceptos religiosos y las ideologías jurídicas, los discursos sociales vigentes establecen que, entre todas las acciones legalmente prohibidas, el asesinato es el que merece la pena más severa. Sin embargo, en la práctica, esto no siempre se comprueba.
Matar no es siempre el mismo crimen analiza crítica y detalladamente el castigo diferencial del asesinato en Argentina, y cómo este responde a sentidos y valores hegemónicos. A partir de un profundo estudio sociológico sobre las sanciones penales y el trazo de un mapa cognitivo-valorativo que orienta las decisiones judiciales, Martina Lassalle demuestra que no todos los asesinatos reciben el mismo tratamiento y revela las selectividades de la administración de justicia.
Editorial: Fondo de Cultura