Un exceso de confianza condeno al ladron. O quizas, el impetu de la adolescencia. Tiene apenas catorce anos, y la anciana a la que pretende robar mientras ingresa a su casa, noventa y tres. En principio, nada puede salir mal. Pero sale mal. Cuando el joven se quiere dar cuenta, esta encerrado en el bano, con la anciana al otro lado de la puerta. Ahora tendra que escuchar la historia de una vida que llega a su final, la memoria de una vida solitaria, como todas cuando la muerte acecha. Contra su deseo, sera todo oido. Su voz no cuenta. A esa mujer le llego la hora de hablar y ser escuchada. Empieza la funcion. Hay para un buen rato. Los lectores, largamente agradecidos. Para dejar las cosas claras: Mas liviano que el aire es una proeza literaria. Con mano maestra Federico Jeanmaire construye un monologo inolvidable. Desopilante y dramatico, de una intensidad deslumbrante. Es una parabola magistral: un fracasado intento de robo le permite a una mujer redimir su vida, la de su madre y su padre, ajustar las cuentas. Podra poner en palabras, de una vez y para siempre, su punto de vista, sus ideas, sus amores y desamores, lo trivial y lo capital. Eso que pica y pica en la cabeza y nunca nadie quiere escuchar.
Editorial: Edhasa
Páginas: 248