Cómo decir que Mariano ya no es más ese furtivo saqueador de mis noches, porque, ahora, desde que no está, se ha convertido en el saqueador eterno de mis noches, de mi deseo; ahora Moreno es un tirano de toda esta piel que me quema de tanto y tanto estar sin él.
La que habla es María Guadalupe Cuenca; Lupe, para todos. Ha pasado una infancia en Chuquisaca, ha conocido la persecución a las ideas de igualdad, fraternidad y libertad. Ha querido que esas ideas se impusieran. Las ha escuchado y discutido en la voz de Mariano Moreno, un joven abogado que le alquilaba un cuarto.
Se ha casado con Moreno, ha viajado con él a Buenos Aires, desterrada casi, consciente de que la única patria para ella, a partir de entonces, sería ese hombre. Luego, lo ha visto en las largas horas de trabajo que la política exige a quien quiere fundar un país. Lo ha acompañado en cada tertulia, en la resistencia a las Invasiones Inglesas, en la Revolución de Mayo.
Ahora le habla y le escribe. Envía cartas a un océano sin saber que Moreno ha muerto, sin saber que no va a ser leída, sin saber que no debe esperar respuesta.
Con Lupe, Silvia Miguens vuelve a darle voz a las mujeres que forjaron la historia americana, a veces expulsadas de los libros de Historia, negadas, relegadas a un imperdonable olvido. En Lupe, patria, amor, revolución son una sola palabra.
Editorial: Vestales
Páginas: 288