¿Qué ocurre cuando las personas a las que has dedicado los mejores esfuerzos, a quienes considerabas un modelo de excelencia, se revelan como unos cobardes indignos, y sus criterios de valor como una canallada? Estas son las preguntas que están a punto de desenvolverse ante los ojos de Stevens, quien durante treinta años ha servido como mayordomo para lord Darlington. Corre el año 1956 y unas cuantas cosas han cambiado en la existencia rutinaria de Stevens: la Segunda Guerra Mundial empieza a quedar atrás, lord Darlington ha muerto y el nuevo propietario de Darlington Hall, un estadounidense, le presta a su mayordomo el coche familiar para que se tome unas vacaciones. Stevens emprende un viaje (ísu primer viaje!) para encontrarse con la señora Benn, antigua ama de llaves de la casa, quizás su mejor amiga en el mundo. Al tiempo que su vida se le revela como una sucesión de experiencias vicarias Stevens va comprendiendo las oscuras intrigas que se cocían en Darlington Hall. Pero su entendimiento no parece dispuesto a asumir las responsabilidades sin antes interponer un sutil bosque de excusas y de justificaciones.
Editorial: Anagrama
Pg.256