La furia puede ser más grande que el enojo, más roja que la tristeza, más pesada que el resentimiento. Puede ser más feroz que la rabia y más duradera que un berrinche. Es una emoción fuerte y difícil, aunque a veces, frente a las injusticias o los malos tratos, aparece y resulta imposible contenerla. Liliana Bodoc nos cuenta en este libro su primer día de furia, ese en el que fue testigo de la humillación de su gente querida. Pero también nos descubre una extraordinaria posibilidad: la de conjurar la furia con el poder de las palabras.
Editorial: Siglo XXI
Páginas: 48