Abu Kassem era muy conocido en su ciudad por ser el mercader más avaro de todos. Dinero no le faltaba, pero era tan avaro era que, para ahorrar en calzado, llevaba unas babuchas llenas de agujeros, las babuchas más miserables de todo Bagdad. Pero llegó el día en el que su mezquindad le jugó una mala pasada y sus babuchas se convirtieron en una carga insoportable.
Editorial: Pictus
Páginas: 32