-Y digo yo -se dijo la pulga esa mañana mientras el sol comenzaba a pintar las flores-, ¿de dónde salió la primera, primera, pero primera vaca? Cuando una pulga tiene una duda no para hasta encontrar la respuesta. Y como las dudas son contagiosas, todos los bichos del monte, grandes y pequeños, se ponen a buscar para dar con el que más sabe.
Editorial: Sudamericana
Páginas: 32