Manu sentía asco, rechazo y terror cuando estaba cerca de su padre y no entendía por qué. No recordaba ningún hecho que pudiera provocarlo. Se sentía rara, enferma, incómoda consigo misma y con sus relaciones de pareja. Decidió descubrir qué estaba mal y comenzó terapia. A principio solo atinada a quedar con la mirada perdida sin poder hablar, hasta que poco a poco fue surgiendo la verdad: de niña había sido abusada por su padre. Es una historia de valentía, de resiliencia y de mucha fuerza emocional que impulsó a la protagonista a sanar y reinventar su propia vida y su sexualidad y es un mensaje de apoyo y de esperanza para quienes atraviesan el mismo dolor.
Editorial: Alfaguara
Páginas: 120