"Tenía quince líneas sólidas y muchas ideas vagas. Quería escribir la historia de alguien que hacía un largo viaje con su padre. Pero lo que iba saliendo era una historia de desencuentros. Sabía, por ejemplo, que el hijo era escritor y que creía estar buscando a su viejo. Pero en realidad no lo buscaba un carajo: era el padre quien lo buscaba a él. El padre moribundo que acababa de escaparse del hospital."
Editorial: Seix Barral
Páginas: 242