Me llamo Aurora pero...
No soy bella. No me gusta dormir mucho. No sueño con enamorarme. No soy amorosa ni tierna ni delicada. No canto ni en la ducha. Y especial y fundamentalmente: no quiero ser Princesa.
Argentina espera al príncipe Tiziano Brembo dei Gelsomini, quien participará de la carrera que la Fórmula 1 hará para homenajear a Juan Manuel Fangio.
Aurora solo espera que los motores comiencen a rugir.
Pero a veces lo que esperamos no tiene nada que ver con lo que sucede.
Un encuentro imprevisto en un hotel, la agenda de ella (a la que llama Madonna) y un video que se hace viral (“La realeza está sobrevalorada. Los Príncipes me resultan aburridos, inútiles, títeres, débiles, sosos... ¿Aburridos ya lo dije?”) desencadena una apuesta impensada entre Tiziano y su padre, el rey: deberá sobrevivir de incógnito, ocultando que es un príncipe, durante una semana. Si pierde, tendrá que casarse y dejar la Fórmula 1. Y al príncipe no le gusta perder. Quiere su libertad. Tiziano se convertirá en un ciudadano común y corriente... y en el ladrón de Madonna.
Una historia de amor que podría ser hermosa y perfecta… como un cuento de hadas. Pero no.
Porque no existen las hadas, porque la tragedia puede llegar disfrazada de accidente, porque la novia puede ser abandonada un instante antes de llegar al altar, porque una huída puede terminar en muerte, porque no puede ser posible que tenga un final feliz la historia de una chica que no quería ser princesa.
Editorial: The Orlando Books
Páginas: 416