Atento a las necesidades de la época y a su misión como mentor de una generación que vivía un particular momento de civismo americanista, tanto en La cautiva como El matadero, Esteban Echeverría dejó marcado un derrotero literario, filosófico y político. En La cautiva eleva a personajes considerados menores, a una categoría épica. El matadero se proyecta hacia una denuncia política y social, preconizando una revolución moral y de las ideas.
Editorial: Longseller