Bowen Penhallow siempre ha sido un solitario, dedicado al estudio de la magia oscura y ancestral en la cima de una montaña galesa. Y así le gustan las cosas. Pero cuando su amigo Declan, que resulta ser un fantasma, le pide que asista a una boda de Yule en el corazón de la campiña galesa, Bowen acepta a regañadientes.
Tamsyn Bligh no es una bruja, pero se gana la vida gracias a ellas. Como comerciante de objetos mágicos, el negocio de Tamsyn no siempre es del todo legal, pero está intentando cambiar eso. Bowen es un cliente esporádico, y también el protagonista de sus sueños más tórridos. Tamsyn ha tratado con suficientes brujos como para saber que, siendo humana, no es buena idea tener una relación con uno de ellos. Ahora ha conseguido una invitación para asistir a la Boda de Brujos del Siglo, con la esperanza de conseguir un botín que le permita retirarse. Con un solo artefacto mágico de incalculable valor de Tywyll House podría tener la vida solucionada para siempre.
Pero Tamsyn no es la única que se ha colado en Tywyll House, y un hechizo muy potente, junto con un contratiempo durante la boda, lleva a Bowen y a Tamsyn al pasado de la mansión durante la celebración de Yule de 1958. Mientras trabajan juntos para regresar al presente, deberán enfrentarse a los orígenes de la maldición de Tywyll House, a las sospechas de sus compañeros brujos…, y al hecho de que, entre el muérdago y la hoguera, podrían estar enamorándose.
Editorial: Titania
Páginas: 256