La hermosura de la princesa Griselda es tal, que hace que los hombres pierdan la cabeza. Y le parece tan gracioso el hecho, que ha comenzado a coleccionarlas. Al contrario de lo esperado, el poder de su belleza se ha convertido en un peligro: ante el temor de quedar descabezados, los caballeros se le esconden y han dejado de invitarla a los bailes. ¿Qué pasará cuando Griselda invite a cenar al príncipe más cegatón de la comarca? ¿Podrá surgir un romance entre ellos? ¿Y si naciera una hijita de ellos?
Editorial: Fondo de Cultura
Páginas: 32