Las culturas argentina y japonesa se encuentran prácticamente en las antípodas, y no solo geográficamente hablando. Es difícil imaginar configuraciones más dispares en términos filosóficos, económicos, empresariales o laborales. 'Hay cuatro clases de países: los desarrollados, los que están en vías de desarrollo, Japón, que no tiene nada pero tiene todo, y Argentina, que teniendo todo no tiene nada', dijo alguna vez el premio Nobel de Economía, Simon Kuznets.Sin embargo, Daniel Herrero logró amalgamar ambas miradas, haciendo de la filial local de Toyota, empresa de la que fue presidente durante más de una década, un modelo exitoso alimentado tanto por la mentalidad japonesa como por el corazón argentino. Ya alejado de su puesto, Herrero entrega aquí un tesoro: diez lecciones de liderazgo aprendidas sobre la marcha, tratando de tender puentes entre Tokio y Buenos Aires, siempre surfeando sobre las en-diabladas olas locales para lograr extraordinarios resultados globales. La idea de kaizen no es menor para el autor. Como él mismo asegura: 'Es un método que combina lo mejor de las dos culturas: tiene como marco referencial la filosofía japonesa basada en la mejora continua y en el respeto por la gente, pero le suma una estrategia con una flexibilidad puramente argentina, la famosa cintura criolla'.
Editorial: Planeta
Páginas: 176