Juana era una niña muy valiente y bien educada. Había nacido en el Alto Perú, en lo que hoy es Bolivia. Su padre le enseñó desde muy pequeña a andar a caballo y con su mamá, que descendía de un pueblo originario, aprendió a hablar perfectamente el quechua y el aimara. Compartió las tareas con los pobladores de la zona y dialogaba con ellos utilizando su propia lengua. Fue una de las mujeres más valerosas de su época, tanto que cuando el General Belgrano la vio pelear le entregó su espada, como reconocimiento a su bravura y lealtad. Además pidió al gobierno que la nombrara Teniente Coronel, convirtiéndose así en la primera mujer con rango militar del mundo.
Editorial: Albatros
Páginas: 32