“He asumido hace tiempo que jamás lograré extirpar el dolor de mis pacientes, porque el dolor es parte constitutiva de la vida. No importa cuánto alguien se analice, de todos modos sufrirá si pierde un amor o si muere un ser querido. El dolor es inevitable, pero no el padecimiento. Y esa diferencia es la que hace que cada día vuelva al consultorio”. Gabriel Rolón toma el riesgo de ir un poco más lejos, hacia una zona en la que quien padece llega a una situación límite. Por eso, por estas páginas transitan las adicciones, la discapacidad, el incesto, la mentira, la culpa, una histeria grave y sufriente, y un amor desmesurado al borde mismo de la locura. Y es ahí, en esa zona entre perturbadora y turbulenta, es donde sale al cruce Historias inconscientes.
Editorial: Booket
Páginas: 360