Recorro estos relatos breves, cargados de una subjetividad que es indudable en quien se ha lanzado al mundo literario -literatura es vida- con desenvoltura bien femenina y hasta feminista. Varios libros de Élida Trujillo dan cuenta de ello. Cómo te las arreglaste, mujer, para que cada pequeña historia lleve en sí un enigma cuya solución debemos leer porque la queremos conocer? Habla a veces una narradora que lo sabe todo; otras veces, las protagonistas toman la palabra. Por todos lados siembras signos que nos propones interpretar. Hay frases que eliden hechos atroces: al hermano de una protagonista ‘No le gustan los lugares cerrados’, Hay un chupetín, o un canario, que simbolizan vidas que intentan volver a lo normal. Hay compañeras que salen de casa en busca de lo que les falta, con creciente conciencia de que van por el mundo con su identidad hecha pedazos, no terminada, incompleta. El enigma que las y los lectores necesitamos conocer: el que le habla a nuestra propia identidad.
Editorial: Del Dragón
Páginas: 118