En la madrugada del 26 de diciembre de 1980 un grupo de ladrones vació la sala donde estaba la colección Mercedes Santamarina en el Museo Nacional de Bellas Artes, en la ciudad de Buenos Aires. Se llevaron siete objetos de porcelana y jade y dieciséis pinturas impresionistas. De Matisse, Renoir, Gauguin, de Cézanne y también de Lebourg, al fin y al cabo, un botín valuado en veinte millones de dólares. El caso nunca fue resuelto. La inves-tigación incluyó torturas y detenciones ilegales. La hipótesis más firme se construyó alrededor de un canje por armas. El golpe se mantuvo rodeado de un misterio de película, asombroso y oscuro, que incluyó la recuperación de tres obras, muchísimo tiempo después, por parte del juez Norberto Oyarbide. Esta es la historia de ese atraco.
Editorial: Planeta
Páginas: 208