Francisco de Asís muere en octubre de 1226 y es canonizado casi de inmediato: en 1228. Esta celeridad inusual en un proceso que suele llevar mucho más tiempo, muestra a las claras su singularidad y su relevancia. Desde entonces hasta hoy ocupa un lugar impar en el santoral católico. Según la leyenda, fue un joven puro, de escasa cultura, un alma clara y bendecida. Admirado y de enorme predicamento en su época. Sin mácula, salvo por un detalle: una imagen muy estereotipada, un relato demasiado ajustado y perfecto. La realidad es distinta, es más rica, más polémica, más vital. La leyenda fue elaborada por Buenaventura de Bagnoregio, general de la orden franciscana, quien en 1266 ordenó destruir todas las biografías de San Francisco. Luego escribió una él mismo, y se tomó el trabajo de hacer cerca de mil quinientas copias y distribuirlas en conventos y monasterios. Nace así el Santo Ingenuo. Gracias a una exhaustiva investigación, Chiara Mercuri reconstruye la vida y la enseñanza del auténtico Francisco. Un hombre de cultura profunda, determinado y alegre, plenamente integrado en la sociedad urbana, un luchador que junto a sus compañeros y discípulos fue el motor de una extraordinaria renovación de la espiritualidad cristiana. Su prestigio y su magisterio son merecidos, pero por razones muy distintas a las esgrimidas por la historia oficial.
Editorial: Edhasa
Pg.208