Descubrir al Fraile Aldao es desarmar la leyenda negra del cura endemoniado y caudillo federal despiadado. Con fama de amante ardiente, bebedor y jugador de naipes empedernido, dejó los hábitos hasta llegar a ser general heroico del Ejército de los Andes y gobernar Mendoza en nombre del federalismo.
José Félix Aldao fue un caudillo mendocino poco conocido de las guerras civiles, pero, sobre todo, una figura incómoda e inasible. Para los liberales era un símbolo de la barbarie, y para los federales, un personaje de segunda línea. ¿Por qué, pese a ser un héroe de la Independencia americana, quedó en un limbo de desconocimiento?
El escritor mendocino Jaime Correas navega de manera magistral entre la historia y el relato para reescribir el mundo de Aldao. Tras una exhaustiva investigación histórica y documental, recurre a la narración para darle vida a la figura impulsiva, pasional y contradictoria del fraile que se convirtió en general de la Santa Federación.
Siendo sacerdote, Aldao tuvo dos hijos con la joven Concepción. Ya como militar, tuvo descendencia con la Limeña y con Dolores, y convivió con ambas en la casa ubicada en El Plumerillo. Defendió la frontera sur contra los indígenas y participó en la guerra civil del lado de los federales, bajo el mando de Quiroga y como aliado de Rosas. Se enamoró de Romana, que fue compañera y amante hasta el final. Su testamento fue símbolo de su espíritu atribulado: pidió ser enterrado con el hábito de fraile dominico y el uniforme de general.
Editorial: Marea
Páginas: 248