En este libro, Jorge Brodsky rastrea la evolución de la unidad doméstica, intentando explicar qué hay más allá del formato de familia que se corresponde con el triunfo histórico del patriarcado, o bien con el que nos remite al ascenso del capitalismo, a su momento de auge o a su decadencia. Para eso, expurga sus antecedentes, indaga la fe de bautismo de la familia patriarcal, sin mezquinarnos analogías de fuerte impronta pedagógica y corrosiva ironía: José y el Espíritu Santo como justificación sacra del más terrenal derecho de pernada. Sin piedad, recupera del olvido las pruebas más incómodas de que la familia es un producto histórico y un fuerte normatizador de las relaciones sociales, al tiempo que impugna las certezas respecto de la familia como único valor seguro. Pero reserva una carta a la esperanza: Del mismo modo como se trata de abolir la propiedad burguesa y no la propiedad en general, la tarea histórica respecto de la familia consistiría en superar la forma de organización burguesa de esta célula básica, sin por eso afirmar que la familia «en general» tenga necesariamente que desaparecer. Este libro, que a veces se lee con incomodidad y otras veces con el alivio de llegar a una nueva comprensión, es un paso en ese camino (Del Prólogo de Olga Viglieca)
Editorial: Biblos