"Cuando llegué, dos hombres violaban a mi mujer. La escena me impactó con dosis iguales de incredulidad y de violencia, como si un niño acabara de golpearme con la fuerza de un gigante. Uno de los hombres, con el pantalón desabrochado, de pie frente a Diana, que estaba de rodillas, la sujetaba de la nuca con la misma mano en la que tenía un cuchillo, obligándola a hundir la cara en su entrepierna, mientras que el otro, desde atrás, inclinado sobre ella, le desprendía los botones del vestido."
Editorial: Interzona