En los años sesenta y setenta del siglo XX, el futuro parecía haber llegado a América Latina, donde la imaginación histórica y la acción política se activaron con particular intensidad. La Revolución Cubana, que obró como un acelerador, se convirtió en la referencia privilegiada de quienes creían que la hora del gran cambio era inminente y que traía la promesa de un hombre nuevo, cuya figura emblemática era el Che Guevara. En este libro, Claudia Gilman indaga los debates y las posiciones que inspiró, sobre todo entre los escritores, la cuestión del compromiso con la "liberación de los pueblos". ¿Cuáles eran los modos de acción a los que se creía obligado un escritor comprometido? ¿Cómo conciliar una agenda cultural con una agenda política en momentos en que la lucha armada era formulada como la única vía hacia la revolución? En ese contexto, los escritores se vieron cuestionados por las exigencias de eficacia política inmediata que provenían de sectores militantes, para quienes la intervención cultural no era la práctica más apropiada en un continente mayoritariamente poblado por masas iletradas y sin posibilidades de acceso a los bienes simbólicos. Entre la pluma y el fusil, la investigación más lúcida y minuciosa hecha hasta el presente sobre el tema, explora el recorrido que siguió el llamado a la revolución y reconstruye una imagen potente de ese período en que el escritor se convirtió en intelectual en el marco de "la familia intelectual latinoamericana", las revistas devinieron órganos de intervención política, se configuró un público lector y se redefinieron los géneros al calor del fenómeno llamado boom. La presente edición, revisada y ampliada, incluye un posfacio en el que la autora reflexiona, con agudeza polémica, sobre el curso de las utopías, la pertinencia misma de la noción de intelectual y las condiciones que adopta hoy esa práctica.
Editorial: Siglo XXI
Páginas: 456