Un complejo y profundo autorretrato que desvela las cualidades que el autor tiene en común con los mejores creadores del siglo XX. La obra contiene momentos del más puro Hemingway, donde lo que se sugiere cobra mayor importancia que lo que está escrito.
En 1959 Hemingway regresó a España para cumplir un encargo de la revista «Life»: escribir un artículo, ilustrado por fotógrafos de la talla de Burrows y Hotchner, sobre el duelo entre dos grandes toreros: Antonio Ordóñez, hijo de Cayetano, el Niño de la Palma, que ya aparecía en «Muerte en la tarde» (1932), y Luis Miguel Dominguín. A sus sesenta años y sufriendo ya los trastornos psicológicos que lo llevarían a la muerte -la monomanía de ser espiado, incluso por sus mejores amigos, y las dudas acerca de su capacidad para sobrevivir-, Hemingway se reencontró con las imágenes que lo habían cautivado en su juventud y de las que surgió este libro.
Editorial: Debolsillo
Páginas: 208