Contra la tendencia del escepticismo posmoderno a difuminar la frontera entre narraciones de ficción y narraciones históricas, el autor aborda esta relación como una disputa por la representación de la realidad, un conflicto hecho de desafíos, préstamos recíprocos e hibridaciones. El método que elige consiste en leer los textos a contrapelo para develar los testimonios involuntarios, aquellas zonas opacas que son las huellas que todo texto deja detrás de sí. Realidad, imaginación y falsificación se contraponen, se entrecruzan, se alimentan recíprocamente en cada testimonio analizado.
En El hilo y las huellas, Carlo Ginzburg indaga algunos de los modos en que a lo largo de dos milenios y medio se contrapusieron y entrelazaron la ficción, la verdad y lo ficticio que se hace pasar por verdadero. En esta tríada, lo verdadero es un punto de llegada, no un punto de partida, y sobre su cambiante vínculo reposa el conocimiento histórico. «Los historiadores (y, de un modo distinto, los poetas) hacen por oficio algo propio de la vida de todos: desenredar el entramado de lo verdadero, lo falso y lo ficticio que es la urdimbre de nuestro estar en el mundo.»
Editorial: Fondo de Cultura
Páginas: 492