En sentido global, la evaluación puede ser entendida como un proceso de regulación y de control o como un proceso que ilumina la toma de decisiones para el cambio y la mejora personal y social. Es obvio que la opción asumida actualmente es la primera: los controles vienen establecidos por las lógicas de los sistemas sociales, económicos y políticos dominantes, amparados por el "conocimiento científico" desde el que se justifican. La otra opción parte de considerar que la comprensión es el único modo de conocer y que esto sólo se produce en un proceso de construcción colectiva, en el que se aúnan y se juegan las diferentes intencionalidades. Por tanto, no pretende establecer el grado de adecuación a los estándares sino ofrecer elementos para la transformación de la realidad, desde la aportación de todos los implicados. Raúl Muriete nos acerca a la segunda de las opciones desde un planteamiento crítico acerca del significado de la evaluación en el mundo universitario. Es un trabajo complejo por la opción ideológica y política que asume, y porque no se limita a una presentación del estado del arte sino que afronta la complejidad conceptual y social del tema que aborda. En suma, el autor no se limita a presentar los resultados de una investigación y valorarlos sino que se sumerge en el sistema conceptual e histórico en que sitúa el examen universitario.
Editorial: Biblos