'El Corsario Negro no vaciló más. Las dos naves se encontraban ahora casco contra casco, luego de haber sido ajustadas las cuerdas de los ganchos.De un salto montó la amura y cayó sobre la toldilla de proa, gritando: -íA mí, filibusteros! Morgan lo siguió y detrás se precipitaron los arcabuceros, mientras los gavieros, izados sobre pilares, mástiles y escalas de cuerda, arrojaban sobre los enemigos granadas de mano y hacían un fuego infernal con los fusiles y las pistolas.'
Editorial: Colihue
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