“La esperanza se arraiga tan profundamente en el corazón humano que yo espero aún”, anota en su diario de viaje J. R. Kazallon, narrador y partícipe de la última travesía del navío inglés Chancellor, el día 7 de diciembre de 1869, cuando dieciocho personas, entre pasajeros y tripulantes, en medio del océano, se ven obligadas a confiar sus vidas a una balsa construida con los despojos del barco.
Editorial: Losada
Páginas: 248