Cansado de la bajeza del mundo, harto del género humano, un hombre decide poner fin a su vida. Se recluye en el fondo de una cueva y planea ahogarse en un lago. Sin embargo, a último momento, vacila y decide salir una vez más. Su sorpresa es mayúscula: la humanidad ha desaparecido, como si se hubiera evaporado. Quizás ha sido un apocalipsis sereno y silencioso, quizás una fuga masiva. Todo está intacto, pero vacío, no hay huella de nadie, salvo de los animales. Ante una soledad vertiginosa, ese hombre inicia un apasionante monólogo que rápidamente se convierte en un diálogo con los muertos. Él, que quería morir, es ahora el único representante de la vida humana. Entre el éxtasis y el pavor, vagabundea por los lugares que ama y por los otros. Hay una pregunta que no sabe responder: ¿es un elegido o un condenado?
Editorial: Edhasa
Páginas: 160