La presión le puede a Greg Heffley. Su madre cree que los videojuegos disminuyen su capacidad intelectual y quiere que se olvide de la consola para explorar su «lado creativo».
Y entonces descubre la vieja cámara de vídeo de sus padres. Gracias a ella, Greg le demostrará al mundo todo su talento tramando un plan para filmar una peli de terror... y, de paso, hacerse rico y famoso.
Pero ¿ir a toda marcha con una peli es un buen plan? ¿O es la receta perfecta para multiplicar todos sus problemas?
Editorial: Molino
Páginas: 224