Una tierna pintura del ambiente pueblerino y todo lo que trae la visita del tren, con chicos que se pelean, sueñan, provocan al linyera Agustín, un tipo extraño con un estuche de violín que da miedo a todos, y algunos, como José Luis, que tienen que subirse al tren con su tristeza a cuestas para mudarse a otro pueblo.
Editorial: Colihue
Pg.32