Descripción

El señor y la señora Conejo tienen que dejar a sus veinte hijitos en compañía de la abuela Conejo. Pero la abuela Conejo es muy despistada y sus nietos, muy parecidos entre ellos. Por eso, la abuela decide que, para tener las ideas claras, lo mejor es poner etiquetas a todos sus nietos: el perezoso, el vago, el simpático... Sin embargo, sopla un viento muy fuerte, las etiquetas se despegan y la abuela se convence de que ninguno de sus nietos es como en principio pensaba.