La historia de Bouvard y de Pécuchet es engañosamente simple. Dos copistas (cuya como la de Alonso Quiiano, frisa con los cincuenta años) traban una estrecha amistad: una herencia les permite dejar su empleo y fijarse en el campo; ahí ensayan la agronomía, la jardinería, la fabricación de conservas, la anatomía, la arqueología, la historia, mnemónica, la literatura, la hidroterapia, el espiritismo, la gimnasia, la pedagogía, la veterinaria, la filosofía y la religión; cada una de esas disciplinas heterogéneas les depara un fracaso; al cabo de veinte o treinta años, desencantados, encargan al carpintero un doble pupitre, y se ponen a copiar, como antes. 'Seis años de su vida, los últimos, dedicó Flaubert a la consideración y a ia ejecución de ese libro, que al fin quedó inconcluso, y que Gosse, tan devoto de Madame Bovary, juzgaría una aberración, y Rémy de Gourmont, la obra capital de la literatura francesa, y casi de la literatura.
Editorial: Losada
Páginas: 350