Juan Lencina es un amable repartidor de leña con una vida tranquila. Hasta que, sin motivo aparente, empieza a largar sapos por la boca. Sí, como leen, ¡SAPOS! Y entonces, Lencina se convierte de pronto en la sensación del pueblo.
De la señorita Helen se sabe bastante poco. Vive sola, es profesora de inglés y los fines de semana le gusta amasar fideos aunque no tenga a quién invitar para comer. Pero un día la masa se le va de las manos.
Editorial: Sudamericana
Páginas: 48