Secreta o manifiestamente, los escritores suelen estar vinculados a un determinado ámbito geográfico-cultural. Praga resuena en las páginas de Kafka; Arlt sería inconcebible sin Buenos Aires; Onetti erigió su fantasmal Santa María en los territorios del Plata... Jorge Amado ha nutrido su obra con todas las savias bahianas. Apenas si hay alguna novela del gran escritor brasileño que no tenga el estado o a la ciudad de Bahía como explícito marco y fondo inspirador. Pero amado decidió ir más lejos y rendirle un homenaje sin mediaciones, directo, pleno. Nació así Bahía de Todos los Santos, libro cuya versión de 1945 conoció en su país de origen 26 ediciones - con pequeñas modificacionesen el transcurso de treinta años. En 1977, el autor lo refundió totalmente, produciendo este nuevo texto, aún más asombroso, informado y vital que el anterior, donde la ciudad es aprehendida desde los más diversos e insólitos ángulos. Este libro constituye una guía que nos brinda la atmósfera, las calles, las condiciones de vida, el misterio, la magia, la fiesta, la dura y dramática realidad de la pobreza al lado de la belleza del paisaje y de la cordialidad de los habitantes de la espléndida ciudad de Salvador de Bahía. Por otra parte, uno de los mayores artistas brasileños, el muralista, pintor y dibujante Carlos Bastos, bahiano cuya obra se encuentra profundamente ligada a la ciudad, ilustró el texto de Amado con más de un centenar de dibujos. Nadie más indicado para colaborar en este panel sobre Bahía que el artista responsable, junto con Genaro de Carval.
Editorial: Losada
Páginas: 376