Llega el verano y la tía Sidonia se prueba unas sandalias nuevas; cuando mira para ver cómo le quedan, se queda concentrada como si buscara algo importante. Y, mirando para abajo, sale de su casa y recorre todo el pueblo haciendo “así, así, asá”. A su paso, todo el vecindario empieza a seguirla sin saber por qué, pero con mucha curiosidad por saber cuál es la cosa misteriosa que está buscando tía Sidonia. Al final del recorrido, ya con una larga fila detrás, ella se detiene y descubre que, cuando camina, su dedo gordo se pone “así”. Un cuento en el que conviven diferentes personas que se unen en un mismo rito… particular y entretenido.