Aristóteles (384-322 a.C.) es el filósofo griego que más influyó en el pensamiento posterior de las naciones de Occidente. Fue objeto de la idolatría escolástica, y se ha dicho que la historia de la filosofía independiente europea tomó la forma de una lucha de quinientos años contra él. Sin embargo, para poder asimilarlo, la Edad Media borró sus características individuales; Aristóteles quedó transformado casi en una mera abstracción.
La presente obra del notable helenista alemán Werner Jaeger (1888-1961) está destinada a subsanar esta ambigüedad, esta indefinición en torno del Estagirita. La intención del autor no es hacer una aportación a la filosofía sistemática del filósofo sino proyectar luz sobre aquella parte de la historia del espíritu griego conocida bajo el nombre de Aristóteles; la finalidad de este libro es dilucidar el fenómeno de su desarrollo intelectual. Éste se inicia cuando el joven filósofo de 17 años, nacido en Estagira, Macedonia, ingresa en la Academia de Platón, donde permanecería veinte años escuchando y discutiendo las teorías de su maestro y de los filósofos reunidos en torno a él.
Consecuencia de este largo contacto es que Aristóteles haya sido el primer pensador que se forjó, al mismo tiempo que su filosofía, una idea de su posición en la historia. Así lo expresa cuando presenta sus ideas como consecuencia de la crítica que hace a sus antecesores, en especial Platón y la Academia. Su pensamiento llegó hasta aquí -parece decir- yo lo he llevado más allá.
Editorial: Fondo de Cultura
Páginas: 556